Querido hater:
No me dañas, ni siquiera me molestas.
En cierta medida, hasta me viene bien, porque sigues promocionándome y surgen, cada vez más, gente que me defiende. haces que cada vez haya más lectores y comentaristas de foros a los que agradezco su deferencia de salir en mi defensa
Aunque cambies de nick, se te ve el plumero porque eres tan tonto que usas las mismas expresiones e insultos. resultas tan simple que en dos o tres comentarios ya sé quién eres. Cuando te descubro pues lo haces más sencillo, porque respondes a los mismos estímulos siempre. Cometes las mismas torpezas y sacas a relucir lo mismo de siempre, que suele terminar en un insulto. Al final de todo, veo que sigues siendo simple, bobo y maleducado como en un principio. Seguro que te acuerdas de esos primeros zascas que te metí. Te hicieron daño, por lo que veo. Pues te jodes, querido.
¿Por qué lo haces? Creo que lo sé. Es una mezcla de envidia e impotencia. No puedes conmigo. No me vences ni me acochinas en tablas. Aún así, sigues y sigues. Por mail, en los foros, en mensajes... Vives pendiente de mí, de mis historias, mis libros, mis redes sociales. ¿Sabes que tu IP es rastreable fácilmente? Que no hace falta ser de la UCO ni la UDYCO. Da igual que te cambies el nombre... Dejas rastros, mermado.
Eso sí, te tengo que dar las gracias. Porque gracias a que mantienes en alto los comentarios de los hilos y foros, mis ventas suben. Eres así de memo. No me importa ganar dinero en Amazon, porque jamás me dará para irme de vacaciones a las Maldivas. Pero eso sí, tenlo por seguro, la cerveza, me la tomo a tu salud, con una gran sonrisa.
Y por supuesto, a los que me apoyáis, mil gracias. No sabéis la alegría y la tranquilidad que me supone veros ahí, en mi trinchera particular, repartiendo sopapos digitales a estos tiparracos. Sois geniales y os estoy eternamente agradecida. Miles de besos, porque hacéis que merezca la pena seguir en la brecha. Muak, corazones.